A 16 años: detalles olvidados de un abril inolvidable
Carlos Menem – Juan Carlos Romero: 4.741.202 votos (24,45%)
Néstor Kirchner – Daniel Scioli: 4.313.131 votos (22,25%)
Ricardo López Murphy – Ricardo Gómez Diez: 3.173.584 votos (16,37%)
Adolfo Rodríguez Saá – Melchor Posse: 2.736.091 votos (14,11%)
Elisa Carrió – Gustavo Gutiérrez: 2.723.207 votos (14,05%)
Leopoldo Moreau – Mario Losada: 543.373 votos (2,34%)
En las elecciones del 27 de abril de 2003, a partir de los resultados que se detallan en las líneas superiores, Carlos Menem y Néstor Kirchner obtuvieron el pase a la segunda vuelta para definir quién sería el próximo presidente. Menem desistió de competir y Kirchner fue consagrado como Jefe de Estado.
Hasta ahí lo que todos recordamos. Pero hubo en la historia que desembocó en ese domingo definitorio varias situaciones que con el correr de los años se fueron borrando de a poco de la memoria, y vale la pena traerlas de nuevo 16 años después.
Lilita presidenta… o Menem
En aquella loca carrera electoral en medio de un país en ruinas, las primeras encuestas con los candidatos más o menos consolidados mostraban un panorama muy diferente al que finalmente se cristalizó en las urnas. Apenas cuatro meses antes de los comicios, según un sondeo de Ipsos-Mora y Araujo para el diario La Nación, quien marchaba primera era Carrió, con el 16,6% de las preferencias, seguida por Rodríguez Saá (15,6%), Menem (14,2%), Kirchner (9,2%) y López Murphy (7,5%).
De todos modos, al preguntársele a los encuestados quiénes creían que sería el ganador, la ventaja de Menem era abrumadora sobre los demás. Un 39,5% aseguraba que el próximo presidente sería el riojano, un 14,5% optaba por Rodríguez Saá y un 3,4% se jugaba por Carrió. Kirchner ni figuraba.
¿Qué fueron los neolemas?
La interminable interna peronista fue la novela de aquel verano de 2003. El menemismo quería elegir al candidato del PJ en una interna. Todos estaban convencidos de que eso garantizaba un triunfo de Menem, que ganaría esa interna y obligaría a todo el partido a apoyarlo en la elección general. Para evitarlo, el duhaldismo recurrió a una alternativa paradójicamente propuesta tiempo antes por el salteño Juan Carlos Romero, compañero de fórmula del hombre de Anillaco: los neolemas.
Duhalde impuso su voluntad en el Congreso del PJ y se autorizó a los tres candidatos del justicialismo a presentarse en distintas alianzas con otros partidos, cada uno por separado y sin sumar sus votos como en un sistema tradicional de lemas. Así funcionaron los denominados neolemas. En buen romance, un invento duhaldista para impedirle a Menem acceder a su tercera presidencia.
Lavagna sí, Lavagna no
Más cerca de la cita electoral, comenzado ya abril, una de las incógnitas de la campaña era saber si Kirchner confirmaba que, de ser presidente, mantendría en su puesto al entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna. El hoy resurgido economista gozaba de un prestigio ganado en el año que llevaba de gestión, ya que se le reconocía el mérito de haber salido de la emergencia y empezar a poner nuevamente en marcha la alicaída economía nacional.
Kirchner se resistía a confirmarlo, pero cada vez lo insinuaba con mayor intensidad. Todavía el 11 de abril el santacruceño negaba que hubiese tomado esa decisión. Sin embargo, concedía: «Me gusta Lavagna, tenemos una excelente relación desde siempre, un gran respeto intelectual”. Seis días después, el 17 de abril, en una visita al programa A dos voces, en TN, consultado por enésima vez sobre el tema, Kirchner respondió: «Sí, si quieren que lo diga, sí». Ya develada la incógnita, agregó: «La Argentina tiene que continuar esta racionalidad desde el primer minuto después del 25 de mayo y por eso creemos en Lavagna”.
El voto de los famosos
Los típicos relevamientos preelectorales entre los famosos nos muestran algunas figuras de aquella época y otras que continúan vigentes hasta el presente. Menem recibió el apoyo explícito de Cacho Castaña, Miguel del Sel, Ricky Maravilla, Gerardo Sofovich, Moria Casán y Horacio Guarany, entre otros. Por Kirchner se inclinaron figuras como Litto Nebbia, Rubén Stella, Jorge Coscia y Jean Pierre Noher.
A López Murphy lo respaldaban personajes como Mirtha Legrand, Teté Coustarot, Bruno Gelber, y el inefable trío Aguinis-Sebreli-Kovadloff. Carrió, por su parte, tenía entre sus fans a Soledad Silveyra, Osvaldo Santoro y Fernando Noy. Por último, una nota publicada dos días antes de las elecciones consignaba el apoyo del músico Eduardo Falú a Rodríguez Saá.
Etiquetas: Carrió, Duhalde, Elecciones, Kirchner, Lavagna, Menem